LA FURIA DE UN INADAPTADO (1)
Jimmy Porter inauguró en Look back in anger esa galería de personajes que con sus exabruptos zarandeó a la anquilosada sociedad británica de los años cincuenta. Reflejo de la actitud contestataria de John Osborne, su creador, la obra dio origen al epígrafe de Young angry men cuyo espíritu inconformista acabaría unido al Free Cinema. Y el jazz, por su carácter transgresor, fue la expresión sonora que mejor lo representó.
La continuidad de la English Stage Company se hallaba en una situación de incertidumbre por los consecutivos fracasos de sus primeros montajes. Pero la vocación de su fundador, George Devine, también director artístico en aquel entonces del Royal Court Theatre, por imprimir nuevos aires a la escena inglesa, le lleva a poner un anuncio en el diario teatral The Stage solicitando nuevos libretos. Entre los varios centenares de obras recibidas, le llama la atención por su audacia la titulada Look back in anger. Antes, su autor, un joven desconocido llamado John Osborne, había enviado su pieza a numerosos agentes teatrales sin resultado alguno.
La puesta en escena fue dirigida por Tony Richardson, otro joven también poco conocido en aquellos días. Y los rostros que dieron vida al cuarteto protagonista eran los de Kenneth Haigh como Jimmy Porter, Mary Ure en el de Allison, su resignada mujer, Alan Bates encarnando a Cliff Lewis, el amigo de la pareja, y Helena Hugues en el papel de la actriz Helena Charles. La obra se estrenó el 8 de mayo de 1956, y a pesar de las numerosas voces discordantes, obtuvo un notable éxito en parte por la elogiosa reseña de Kenneth Tynan, uno de los más influyentes críticos teatrales de la época, publicada en el diario The observer.
Cuentan algunos testimonios que, antes de su estreno, la obra tampoco inspiraba demasiada confianza dentro del Royal Court Theatre de Londres que, ante el temor a un nuevo fracaso emite una nota de prensa en la que califican a su autor, por motivos publicitarios, como angry young man («Joven iracundo»)[2]. Con éste término se bautizaría a aquel inconformista grupo de jóvenes dramaturgos que se rebelaron contra los arcaicos valores de la vieja Inglaterra y entre los que se hallaban el propio Osborne, Harold Pinter o Allan Sillitoe, aunque algunos de ellos expresaron no sentirse identificados con lo que más bien fue una etiqueta.
Del escenario a la pantalla
Mary Ure, que en aquella época era la segunda mujer de Osborne, fue la única actriz del reparto original que repitió papel en la adaptación cinematográfica, que además fue el primer largometraje de Richardson como director, tras su cortometraje Momma don’t allow (1955)[3], un documental en 16 mm que había rodado con su amigo Karel Reisz en el londinense Wood Green Jazz Club y que recogía la actuación de la Chris Barber’s Jazz Band en la noche de un sábado. Pero hay un detalle más en la versión fílmica de Look back in anger, y es que el propio George Devine desempeñó el pequeño papel del médico al que acude una Allison ya embarazada.
La obra de Osborne como la película de Richardson, ponían de manifiesto el descontento de su generación contra la rígida sociedad inglesa. Porque el protagonista, Jimmy Porter (Richard Burton), es un joven de clase baja casado con una mujer de buena familia y que, a pesar de poseer un título universitario, subsiste con su pequeño puesto de golosinas en un mercado. Su actitud es como indica el título de la obra, que supone además una declaración de intenciones porque así mira a su propio pasado -que exterioriza cuando relata la muerte de su padre-, y al de su país.
Sea como fuere, Jimmy siempre está de mal humor. Su ágil pero hiriente verborrea le provoca violentos enfrentamientos con todos aquellos que le rodean. Con Allison, con Cliff (Gary Raymond), -con quien comparte su pequeño negocio y que además vive en el apartamento del matrimonio-, o Helena, la amiga actriz de su alicaída esposa por la que manifiesta un visceral desprecio, y a quien puso rostro una Claire Bloom ya consagrada años antes junto a Charles Chaplin en Limelight (Candilejas, 1952). Pero la conflictiva personalidad de Jimmy no va más allá de la expresión verbal porque tampoco pone los medios para hacer que las cosas cambien. Como Allison le expresa a su padre, militar retirado: «Tu sufres porque todo ha cambiado y Jimmy sufre porque no ha cambiado nada». Y es ese el punto de inflexión que retrata el film, en el que coincide el cruce generacional entre la arraigada tradición que tratan de mantener unos y el rechazo de sus herederos hacia ella; esa juventud contestataria a la que pertenece Jimmy Porter o Colin Smith, el agresivo delincuente de poca monta de The loneliness of the distance runner (La soledad del corredor de fondo, 1962) dirigida también por Richardson.
Sin embargo, en Mirando hacia atrás con ira gravitan otros temas que provocaron más de un escozor en su momento, algunos de forma soterrada, caso el aborto o la homosexualidad, sugerida en el personaje de Cliff; y otros de manera más abierta como la diferencia de clases, el pasado colonial en la India, que es precisamente donde prestó sus servicios el padre de Allison, o el conflicto racial con la llegada al Reino Unido de los primeros emigrantes de aquel país, como Kapoor (S. P. Kapoor), el comerciante indio que instala su tenderete junto al de Porter.
Música incidental
No habría mejor epígrafe en este caso para la música de Chris Barber, ya que en realidad no compuso una banda sonora específica para el film: aparece en tan sólo dos secuencias que tienen lugar en un club actuando con su agrupación The Chris Barber’s Jazz Band. Una formación que gozó de gran notoriedad en su país durante la década de los años cincuenta y por la que pasaron algunos destacados intérpretes, caso de la cantante Ottilie Patterson, el futuro “rey del Skiffle“ Lonnie Donegan que se haría muy popular con su canción Rock island line, o el fiel Pat Halcox, porque fue el instrumentista que más tiempo permaneció en la banda, desde 1954 hasta 2008; según algunos, ya como dato anecdótico, la colaboración mas larga habida entre dos músicos en la historia del jazz. Recordemos que Halcox pondría su trompeta al servicio de la banda sonora de La soledad del corredor de fondo.
La película se inicia en un club. Una banda de jazz toca una pieza al estilo New Orleans. Unos bailan y otros escuchan mientras se van superponiendo los títulos de crédito. Después la cámara se detiene en el trompetista. Es Jimmy Porter, junto al propio Barber y al clarinetista Monty Sunshine. Entre el público, Pat Halcox, que al acabar el tema se une al grupo y ocupa el lugar del protagonista que abandona al mismo tiempo el escenario. Porque la afición de Jimmy es el jazz, que por su espíritu underground, además de por ser un género poco apreciado en la esfera conservadora de aquella época, enfatiza si cabe aún más la rebeldía del vendedor de golosinas. Como cuando toca la trompeta en su piso provocando las protestas de su anciana vecina, para después apuntar a Cliff: «Al quien no le gusta el jazz no tiene sensibilidad hacia la música, ni tampoco hacia las personas». Porque, aparte de una segunda secuencia en el club, en la que las siluetas de la Chris Barber’s Jazz Band aparecen casi borrosas al fondo del encuadre, hay tan sólo un par de fragmentos musicales más y que corresponden a los solos que improvisa el protagonista con su instrumento[4].
Sin embargo, Osborne, Richardson y sus compañeros del Free Cinema no pudieron imaginar que Look back in anger se convertiría en un proverbial presagio de su futuro. Si el ruido montado por Jimmy Porter era el mismo que ellos proferían, también lo fue su desenlace. Porque al final, el protagonista acababa reconciliándose con su mujer, como ellos hicieron después con la industria cinematográfica.
CARLOS TEJEDA
(1) Artículo publicado en la revista CUADERNOS DE JAZZ nº 121, noviembre/diciembre de 2010, págs. 31-34.
NOTAS
[2] Hay algunas fuentes que atribuyen a George Fearon, encargado de prensa del Royal Court Theatre, la autoría del término. Consultada la web oficial del teatro (www. royalcourttheatre.com) dentro de su apartado de historia en el que hay abundante información sobre el montaje de Look back in anger, no se ha hallado mención alguna que lo confirme.
[3] Recordar que el nacimiento oficial del Free Cinema tuvo lugar tres meses antes del estreno teatral de de Look back in anger, en el British Film Institute con la proyección de los cortometrajes Momma don’t allow (1955), Dreamland (Lindsay Anderson, 1953) y Together (Lorenza Mazetti 1955) y la posterior lectura de un manifiesto que sentaba las bases del movimiento. Espíritu que acabaría fusionándose con los Angry young men. De hecho, muchas de las películas eran adaptaciones de obras de estos últimos.
[4] Suponemos que posiblemente doblados por Halcox, ya que los propios créditos del film no ofrecen dato alguno ní tampoco las diversas fuentes consultadas.
FICHA TÉCNICA
Look back in anger (Mirando hacia atrás con ira, 1959)
Director: Tony Richardson.
Producción: Harry Saltzman.
Guión: Nigel Kneale y John Osborne basado en Look back in anger de John Osborne.
Director de fotografía: Oswald Morris.
Música: Chris Barber.
Diseño de produción: Peter Glazier.
Montaje: Richard Best.
Reparto: Richard Burton (Jimmy Porter), Claire Bloom (Helena Charles), Mary Ure (Alison Porter), Edith Evans (Mrs. Tanner), Gary Raymond (Cliff Lewis), Glen Byam Shaw (Colonel Redfern), George Devine (Doctor), Donald Pleasance (Hurst), Phyllis Neilson-Terry (Mrs. Redfern), Jane Eccles (Miss Drury), S. P. Kapoor (Johnny Kapoor) y los miembros del English Stage company.
Formación de Chris Barber’s Jazz Band de 1957-1960:
Chris Barber (tb) Pat Halcox (tp) Monty Sunshine (cl), Eddie Smith (banjo); Dick Smith (bass); Graham Burbidge (drums); Ottilie Patterson (vocals).
Más información en la página oficial del músico: www.chrisbarber.net